Entre las importantes tareas que realiza un pastor está la de dar apoyo espiritual a aquellos hermanos que han tenido dificultades en su vida, a continuación te daremos consejos que debes tomar en cuenta basados en lo que la Biblia nos dice acerca de este tema:
Consejos bíblicos para dar apoyo espiritual
- Mentalízate y reflexiona si tienes una mentalidad similar a la de Cristo: Para poder ayudar a otros espiritualmente se necesita pensar como Jesús y seguir sus pasos (Romanos 15:5). Mientras más semejante seas a Cristo más efectivo será tu testimonio hacia otros hermanos. (Romanos 13:4)
- Es mejor callar: Un error que tanto pastores como miembros de Iglesia cometemos es que en vez de tratar a los demás con amor y respeto, permitimos que la injuria salga de nuestra lengua. La Biblia nos dice que Jesús nunca dijo palabras que ofendieran a alguien, incluso en momentos cuando recibía insultos él siempre se mostró manso (1 Pedro 2: 22,23).
- Manifiesta tanto palabras como acciones de amor y bondad: El fruto del Espíritu ayuda a producir buenas cualidades (Romanos 12:2). Jesús mismo lo manifestó a otras personas sin importar la clase social que tuvieran, demostró cualidades del fruto del Espíritu entre ellas el amor y la bondad (Mateo 9:36, Romanos 13:8).
- Da consejos con amor y empatía: Los pastores deben fijarse las palabras correctas al momento de aconsejar siendo comprensivos a lo que la Biblia dice (Hechos 20:28). El apóstol Pablo menciona que debemos tratar a nuestros hermanos con amabilidad y cariño (1 Tes. 2:7,8).
- Ora con ese hermano/a: La oración en grupo o en parejas ayuda a aquel hermano decaído, y le genera fortaleza. Incluso en privado es necesario orar por esa persona constantemente como Jesús lo hacía (Marcos 1:35).
- Recuérdale las promesas bíblicas: Cuando algún hermano sienta que no puede ni perdonarse a sí mismo, por los errores que cometió; ¡Recuérdale las promesas bíblicas sobre el perdón de Dios! (Ej: Salmos 8:5). También menciónale los beneficios al perdonar las ofensas de otros (Ej: Mateo 6:14). Si perdió algún familiar recuérdale la esperanza que tenemos para los que murieron en Cristo que tendrán vida eterna (Ej: Juan 14:1-2, 1 Tes. 4:13,14, 1 Pedro 5:10, entre otros).