¿Recuerdas cuando eras estudiante? Quizá las cosas eran bastante distintas de lo que son ahora, incluso; si haces un recuento de tus últimas 5 generaciones de alumnos o conocidos, hay un sinfín de diferencias entre éstas, en su forma de actuar, resolver problemas, enfrentarse a la realidad, lograr el aprendizaje. Surgen entonces, preguntas como: ¿qué ocurre con las nuevas generaciones? ¿qué nuevos estímulos encaminan su aprendizaje? ¿cómo son los nuevos alumnos? ¿qué características tienen? ¿qué lugar está ocupando el profesorado ante esta nueva situación? Día a día, debemos enfrentarnos a esta nueva realidad, en la actualidad, hay una nueva forma de aprender, puesto que las formas de aproximarse al conocimiento han cambiado.
Probablemente, no podremos dar respuesta a todas las interrogantes, pero sí conoceremos algunas características que los hacen únicos y por lo tanto diferentes a las generaciones anteriores.
Comenzaremos buscando explicar qué nos ha pasado con ellos que nos hace darnos cuenta que son una generación nueva que no tiene que ver mucho con generaciones cercanas y mucho menos con la de uno mismo.
Sin temor a equivocarnos, podemos señalar que una característica muy peculiar es el uso de la tecnología. Ellos saben usarla al derecho y al revés, conocen más dispositivos tecnológicos y distintas maneras en que pueden ser usados. Si nuestras vidas se han sofisticado, las de ellos, que nacieron con el celular en la mano, y tecnología touch en la otra, se ven más necesitados de este tipo de contacto.
La interacción de los medios de comunicación con los ciudadanos, es más directa que en épocas pasadas, así que, podríamos tomar éste como otro punto relevante para el cambio. Las nuevas generaciones están en contacto simultáneo con los demás, a través de las redes sociales y los teléfonos inteligentes. Y ya que casi todo joven tiene uno de estos últimos, es de esperarse que tenga muchísima información al alcance de su mano, tenga comunicación con sus amigos y esté empleando la tecnología cada día de su semana.
Así que nosotros, los mayores, los que no pertenecemos a esa generación, podemos verlos ahí, sentados con sus audífonos y una Tablet, mientras leen o resuelven las tareas encargadas por sus profesores. Ellos tienen algo particular, procesan diferente la información que nosotros. Su forma de acercarse al conocimiento es diferente de la nuestra.
Se debe tener muy presente que la formación para las nuevas tecnologías involucra tanto a profesores como a alumnos y aunque cada uno interactúa con ella desde diferentes posiciones, ambos se complementan.
Actualmente el profesor dispone de las mismas fuentes de información que el alumno, y actúa como asesor al conducir al alumno a desarrollar un criterio del conocimiento que éste es capaz de adquirir.