Cuando se habla de ergonomía no solo se hace referencia a la correcta postura de sentarse. Ergonomía es más que eso, es hablar de las condiciones de adaptación de un lugar de trabajo, una máquina, un vehículo, etc., a las características físicas y psicológicas del trabajador o el usuario.
En esta ocasión se hace énfasis a la ergonomía en la oficina, ya que suele ser uno de los lugares donde comúnmente las personas pasan más tiempo.
Lo primero que se debe hacer para comenzar a sentir un espacio de trabajo más cómodo, es analizar la posición espacial de la oficina y eliminar esos factores que pueden contribuir a la perturbación de la concentración.
Es ideal dejar suficiente espacio para colocar cerca los mobiliarios que se utilizan con mayor frecuencia, así mismo para tener un movimiento más fluido.
Al momento de decidir cómo acomodar el espacio de trabajo es necesario tomar en cuenta los siguientes factores:
La luz: no debe provenir de detrás del monitor de la PC porque golpearía en los ojos de la persona y no dejaría ver la pantalla. Tampoco debe estar detrás de la silla porque reflejaría en la pantalla y también sería molesto para los ojos. Lo ideal es que la luz llegue de manera perpendicular al monitor para proporcionar iluminación sin reflejos que sean molestos a la vista.
La silla: debe tener altura auto-regulable para que cualquier persona, ya sea alta o pequeña, pueda utilizarla igual. El respaldo debe cubrir al menos la mitad de la espalda para poder brindar un buen soporte y no tener una sensación de falta de equilibrio.
Monitor: en cuanto al monitor de PC, éste debe estar a 55 cm frente a la persona para que no afecte los ojos. Así mismo es necesario que esté a la altura de la vista.
Mouse: es conveniente utilizar un mouse que sea ergonómico, es decir, que esté amoldado a la mano humana. También es importante el uso de soporte de muñeca para evitar dolores de la misma.
Tener un espacio cómodo en el trabajo beneficia la salud, actitud y mejora el rendimiento laboral. Realizar un cambio a favor de la ergonomía no le viene mal a nadie.